viernes, 10 de junio de 2011

MI CIUDAD CARTAGENA


Mi ciudad Cartagena, el corralito de piedra, la fascinación de miles de turistas que en vacaciones, se deslumbran con tanta belleza, el destino que personalidades de todo el mundo escogen para jurarse amor eterno, donde se realizan grandes eventos de talla nacional e internacional, uno de ellos es el reinado nacional de la belleza, en donde año tras año se agrupan las mujeres más hermosas de Colombia embelleciendo mas la ciudad heroica.

Una ciudad que según el ex alcalde Nicolás Curi Vergara es tranquila y segura; tranquila y segura de pronto en la Cartagena 5 estrellas, donde la comida sobra, donde se gasta mucho dinero en fachada, donde no se toma agua de panela sino whisky. Si, esa Cartagena es segura y tranquila, porque está rodeada por policías que les cuidan las espaldas a los políticos, grandes empresarios y turistas extranjeros, mientras disfrutan de su fortuna en unas vacaciones en las cálidas playas de Cartagena.

Pero como se puede decir que Cartagena es segura, si en el otro lado de la moneda, en cada esquina hay un grupo de jóvenes esperando a que pase cualquier persona para arrebatarle lo poco que ha conseguido con el sudor de su frente; o acaso es tranquila cuando en un medio de transporte de servicio público ya sea bus o buseta se suban y se bajan personas, pidiendo limosnas o vendiendo dulces para poder sobrevivir.

Pero si el alcalde dice que Cartagena es tranquila y segura el tendrá sus buenas razones, ya que quien mejor que él para conocer los problemas que le aquejan a su pueblo; también tendrá sus razones al referirse de accidente a un homicidio.

Pero sigamos hablando de la otra cara de la moneda, porque esta necesita que le den una mano, más no la espalda como hacen algunos, porque se necesita urgente ponerle freno a los problemas de Cartagena pues estos cada día crecen más junto al número de víctimas que deja estas inconsistencias, pues es grave la forma en que ha aumentado la explotación sexual en modalidades como: pornografía infantil, prostitución y turismo sexual. Y mucho más grave aun cuando sabemos cuáles son las causas para que niñas y jóvenes les entreguen sus cuerpos a un desconocido, a una personas que ni siquiera comparte la misma cultura que ellas, las causas son necesidades, no lujos como hacen algunas, que se venden por un jean de marca o una cirugía estética, estas se entregan por una necesidad, de un desayuno, de un almuerzo o de una cena, para unas, para otras además del hambre que sienten ellas, también el hambre de sus familias o de sus hijos, ya que muchas, muchachitas entre los 12 a 19 años tienen por lo menos un niño a su cargo, producto de una violación, o de una falla del método de planificación, que casi siempre falla. Del cual hablaremos más adelante.

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